Manuel: "A mi vida ha llegado una expresión que me soluciona la mitad de los problemas en el trabajo y en casa: es 'no me consta'. Estaba deseando que llegara una palabra así"
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El programa 'Herrera en COPE', en su sección 'La Hora de los Fósforos', ha abierto un debate sobre el lenguaje a raíz de las nuevas palabras aceptadas por la 'RAE'. Los oyentes han compartido las expresiones que más les gustan o las que no soportan, creando un mosaico de la riqueza y las curiosidades del 'español'.
Entre todas las intervenciones, ha destacado la de 'Manuel', un oyente que asegura haber encontrado la solución a la mitad de sus problemas. Este 'comercial' ha compartido que la expresión '“no me consta”' se ha convertido en su mejor herramienta para sortear conflictos tanto en casa como en el trabajo, reemplazando a su antiguo recurso: '“lo siento mucho, no volverá a pasar”'.
Según ha explicado, la frase es un comodín infalible. '“Te pega en la bronca la señora porque ha dejado en cuarto año una porquería, no me consta”', ha ejemplificado. Del mismo modo, la utiliza ante un cliente que se queja: '“No me consta”', zanjando así la discusión con lo que el presentador 'Alberto Herrera' ha descrito como una pátina más elevada.
El debate también ha abordado la 'jerga juvenil', como la expresión '“me renta”'. Una oyente llamada 'Naime' ha criticado su uso por parte del presidente del Gobierno, 'Pedro Sánchez', quien afirmó en un balance que '“a la sociedad española le renta este gobierno”'. Para los colaboradores del programa, la elección de esta palabra no es arbitraria y buscaría conectar con el 'voto juvenil'.
Los 'anglicismos' y la 'jerga de empresa' también han sido objeto de crítica, con oyentes quejándose de términos como 'ASAP' o 'FYI'. Otro participante ha lamentado el uso de '“photocall”' o '“call center”' existiendo alternativas en castellano como '“paparrucha”' en lugar de '“fake news”'.
La fonética ha tenido un papel protagonista, con palabras celebradas por su sonoridad como '“zarzamora”', '“hojarasca”' o '“alcaucil”'. En el lado opuesto, otros han manifestado su aversión por vocablos como '“procrastinar”' o el prefijo '“súper”', mientras que insultos como '“cenutrio”' o '“paleto”' han sido defendidos por su expresividad.
Este debate sobre el uso del lenguaje se conecta directamente con la reflexión propuesta en el espacio 'Traficantes de Palabras' de este miércoles, a cargo de la periodista Marta San Miguel. En su sección, San Miguel abordó precisamente aquellas palabras que, pese a su uso generalizado y a ser perfectamente comprendidas, todavía no han sido admitidas en el diccionario de la RAE.
La periodista defendió que "para que algo exista, hay que nombrarlo", y puso como ejemplo el término 'romantizar'. Compartió una anécdota personal en la que usaba esta palabra con su hijo, quien entendía a la perfección su significado de no idealizar una derrota deportiva. Para San Miguel, son precisamente estos términos los que "construyen el mundo en el que vivimos".
En su opinión, 'romantizar' sería un verbo "estupendo" para describir acciones como "lo que hace el CIS o lo que se transmite en las declaraciones de una noche electoral". Con ironía, la colaboradora de 'Herrera en COPE' concluyó que, quizás por esa misma capacidad para describir la realidad política, la palabra todavía no ha encontrado su sitio oficial en el diccionario.




